Dado el crecimiento exponencial que sufre la empresa, se requiere de una imagen corporativa que simbolice toda esa energía. Motivación, dinámica, y sobre todo digitalización. Este cliente suponía todo un reto por la fuerte presencia en el mercado, resultando crítico cualquier movimiento en su imagen corporativa.
En colaboración con la junta directiva comienza la sinergia y el proceso de adaptación. En todos y cada uno de nuestros proyectos requiere de aprendizaje del sector en el que se mueve nuestro cliente. Así, y tras innumerables reuniones, se logra hacer realidad el sentimiento y la relevancia potencial que manifiesta la marca.
Se adoptan estilos modernos de la época, cambios muy sutiles en el pantone corporativo que rememora el inicio de la marca y rechazando alguno de los orígenes del diseño original («por» y «a causa» del rumbo empresarial).